El tráfico está a tope. Te urge llegar a tu destino. Las probabilidades de que encuentres un sitio libre donde aparcar se reducen al mínimo considerando la hora y el lugar. Aún así albergas alguna esperanza y permaneces alerta. Y contra todo pronóstico lo ves; no hay nadie más interesado en él. Un lugar reservado exclusivamente para ti. Gracias por estas improbables alegrías.

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